domingo, 1 de enero de 2017

Tronco de Navidad Red Velvet Nevado


El Tronco de Navidad surgió de la antigua tradición celta de celebrar el solsticio de invierno por localizar y recuperar un enorme tronco de árbol (a menudo con raíces todavía) y quemarlo en el día más corto del año. El acto fue una manera de celebrar el renacimiento del sol, así como dar las gracias por la calidez y la vida que traería consigo. Los celtas creían que ciertos árboles, específicamente robles, hayas, olmos, y cereza, tenían ciertos poderes místicos. A menudo usarían una parte del registro para que la cuña para el arado como la buena suerte para la próxima cosecha. Pero el origen del Tronco de Navidad es anterior al postre, ya que desde el siglo XII era durante la Navidad existía un impuesto feudal llamado “derecho del registro” en el que los campesinos tenían que llevar un gran trozo de madera a la casa del señor feudal. Posteriormente los campesinos la hicieron tradición suya y para Nochebuena buscaban un tronco grande de leña, que decoraban con cintas verdes, sal y a veces salpicado con aceite y vino y cuando llegaba la noche era arrojado a la chimenea por el más pequeño de la casa mientras se cantaban villancicos y se escuchaban las historias que los abuelos contaban. Y cuando ya sólo quedaban cenizas se guardaban durante el resto del año como amuleto contra los males y las catástrofes. Pero al llegar la Revolución Industrial las cocinas fueron de carbón y empezó a desaparecer esta tradición medieval. Pero fue con Napoleón I que los habitantes de París no podían hacer su tradición porque se dio cuenta de que en París había muchas enfermedades y para solucionarlas ordenó cerrar todas las chimeneas durante los meses de invierno para que no entrase el frío. Es por esto, que con chimeneas cerradas, ya no podía circular el aire y no podían quemar tu tradicional Tronco de Navidad.
Fue entonces en 1898 cuando a un pastelero francés llamado Pierre de Lacam, se le encendió la bombilla y creó el conocido como Bûche de Noël o Tronco de Navidad, un postre relleno de crema pastelera de chocolate o crema de mantequilla de café, que fue bien acogido para endulzar el no poder realizar la tradición medieval. La historia la he sacado de Postresoriginales.com porque es la que más se parecía a la historia que yo conocía sobre el Tronco de Navidad. Feliz Año 2017

3 comentarios:

  1. ¡Hola guapa! Ya estamos por aquí y veo y compruebo que tus postres siguen siendo una delicia. Me ha gustado la idea de "enrojecer" la plancha del bizcocho y convertirlo de paso en un tronco muy actual. Interesante la historia que nos relatas. Un beso grande.

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    1. Hola moza, ya estoy de vuelta aunque el año no lo hemos empezado nada bien, la muerte inesperada de mi cuñado nos ha entristecido mucho y no levantamos cabeza, intento con los postres distraerme y no recordar lo sucedido, pero cuesta. Espero que con el tiempo se vaya paliando el dolor de su falta. Un abrazo muy fuerte amiga mía.

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